En ‘La mirada del amor’ conocemos la vida de Nikki, una mujer de unos 60 años que cinco años después de perder a su marido, se enamora de nuevo a primera vista de Tom, el hombre de sus sueños: un profesor de arte con un gran corazón, mucha vitalidad y que, es exactamente igual que su difunto esposo. Sí, un melodrama diseñado para un público muy concreto que está destinado a desaparecer en el olvido.
La mirada del tele-melodrama
Es una verdadera lástima que ‘La mirada del amor’ termine resultando lo que parece, a pesar de que intenta con mucho empeño no serlo. Y es que la premisa principal resulta interesante: una mujer viuda que no supera la muerte de su marido y que conoce a un hombre físicamente igual que él y al que se aferra desesperada. Un tema interesante el de la necesidad de no olvidar a esa persona que te hizo tan feliz, pero que Arie Posin adorna y caricaturiza tanto que resulta imposible sentirse identificado de ninguna forma y resulta forzado, falso y de un sentimentalismo excesivo.
La decepción aumenta cuando parece que la película comienza a acercarse al thriller a pasos agigantados y se queda en eso, un intento fallido de ¿homenajear? al maestro Hitchcock de‘Vértigo’(id, 1958) con su juego de dobles y pasiones descontroladas, pero que se queda en una mera secuencia con música inquietante que regresa enseguida al romanticismo más ñoño, dramántico y previsible.
Annette Bening, Ed Harris y… Ed Harris
Si hubiera que remarcar algo de ‘La mirada del amor’ sería, sin duda, su reparto encabezado porAnnette Bening, Ed Harris por partida doble y Robin Williams. Un reparto muy potente que intenta salvar el melodrama, pero que a pesar de sus esfuerzos no lo consigue y que como todo en esta película termina siendo caricaturesco y hasta cómico —¿es que Robin Williams ha perdido toda la poca credibilidad que le quedaba?—. Annette Bening es la protagonista absoluta, dando vida con bastante credibilidad a esta mujer madura, sola y desesperada que no consigue superar la muerte de su marido. A pesar de que el trabajo de los actores podría hacer mínimamente interesante la película, en alguna ocasión se les ve incómodos y por lo tanto, forzados y poco creíbles.
Vale, está claro que ‘La mirada del amor’ no es el tipo de cine que suelo ir a ver y que a mí me haya horrorizado no quiere decir que a todo el mundo le pase lo mismo y pueden llegar a sentirse identificados con los personajes, pero lo cierto es que la película es un melodrama de media tarde —y sí, de entre semana, ni siquiera de domingo por la tarde
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