Diez grandes películas de terror del siglo XXI

Este próximo jueves llega la noche de Halloween, una fiesta muy criticada por algunos por haberla importado desde Estados Unidos, pero por mi parte siempre seré un gran defensor de una celebración tan vinculada al cine de terror. Yo mismo seré el primero que este próximo jueves vea al menos una película de dicho género, pero seguro que hay muchos en mi misma situación y que aún no tengan claro su menú cinematográfico, por lo que he creído conveniente haceros una selección de las que considero que son diez grandes películas de terror del siglo XXI para luchar un poco contra la mala fama del cine de género de los últimos años y que paséis un buen mal rato si os decantáis por alguna de ellas.

En ningún momento es mi intención la de considerar los diez títulos seleccionados como los mejores de los últimos años, ya que por ejemplo se ha quedado fuera ‘[REC]’ (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007) porque ya la incluyó mi compañero Juan Luis en su lista de diez cintas ideales para ver durante la noche de Halloween y la gracia de estas cosas esta en no ir repitiendo títulos. Además, ‘Los mundos de Coraline’ (‘Coraline’, Henry Selick, 2009) se ha quedado fuera por no tener del todo clara la conveniencia de su presencia, mientras que ‘Truco o trato: Terror en Halloween’ (‘Trick ‘R Treat’, Michael Dougherty, 2007) hubiera sido la número once. Una vez aclarado esto, os invito a descubrir cuáles han sido las agraciadas y a debatir en los comentarios vuestra opinión al respecto.

‘Secuestrados’

Mi película favorita estrenada a lo largo de 2011 es un relato con varios puntos en común con la excelente ‘Funny Games’ (Michael Haneke, 1997), pero con suficiente personalidad como para no ser una cinta excesivamente derivativa. La estupenda puesta en escena de Miguel Ángel Vivas, donde hace una utilización inmejorable de los planos secuencia, es la gran estrella de la función, pero la credibilidad de casi todo su reparto resulta esencial para que acabes acongojado tras su visionado.

Crítica en Blogdecine:

• ‘Secuestrados’, violencia enfermiza (por Juan Luis Caviaro)

‘Amanecer de los muertos’

Zack Snyder ha demostrado posteriormente que ‘Amanecer de los muertos’ (‘Dawn of the Dead’, 2004) seguramente fuese flor de un solo día, y es una pena, porque es uno de esos raros casos en los que un remake consigue superar a la obra original. Lo cierto es que estamos más ante una fusión de cine de acción y de terror, pero es un entretenimiento tan vibrante y bien ejecutado –hay, eso sí, algún detalle que presagia la escasa capacidad de Snyder para desarrollar a sus personajes-, no teniendo problemas en echar mano del gore siempre que la situación lo requiera, que merece ser incluida aquí.

Crítica en Blogdecine:

• ‘Amanecer de los mueros’, feroz debut de Zack Snyder (por Juan Luis Caviaro)

‘La niebla’

‘Cadena perpetua’ (‘The Shawshank Redemption’, 1994) y ‘La milla verde’ (‘The Green Mile’, 1999) habían demostrado que a Frank Darabont se le daban muy bien las adaptaciones cinematográficas de novelas de Stephen King y con ‘La niebla’ (‘The Mist’, 2007) volvió a lograr algo en lo que varios directores han fracasado. La paranoia fruto de la claustrofobia y la tan indefinida como letal amenaza exterior está perfectamente retratada y pese a que los personajes son más efectivos que bien creados, Darabont te mantiene en tensión hasta un impactante desenlace que supera con creces al del original literario. No deja de ser una puesta al día del cine de terror de serie b de antaño, pero hecha con esmero y talento.

Críticas en Blogdecine:

• ‘La niebla’, el terrible ser humano (por Alberto Abuín)
• ‘La niebla, el bosque de Frank Darabont (por Juan Luis Caviaro)

‘May’

La ópera prima de Lucky McKee fue una maravillosa sorpresa cuando tuve la ocasión de verla en el Fant de Bilbao de 2003, en especial por la fascinante interpretación de su protagonista, una Angela Bettis que ha seguido demostrando su pasión por el género, pero nunca con la misma brillantez que aquí. Los inadaptados siempre han sido carne de cañón para el cine de terror, pero aquí se le da un giro malsano, ya que su protagonista decide que para hacer amigos lo mejor es crear uno por sí misma y McKee no se anda con remilgos para mostrárnoslo.

‘Escalofrío’

Bill Paxton es principalmente conocido por sus roles secundarios en infinidad de películas, pero también tiene una corta carrera como realizador. ‘Escalofrío’ (‘Frailty’, 2001) fue su primer largometraje y abordaba el tan manido tema de la psicopatía y además uniéndolo al siempre peligroso tema de la inspiración religiosa. Sin embargo, el notable trabajo de su dúo protagonista, formado porMatthew McCounaghey y el propio Paxton –aunque los chavales que aparecen también lo bordan- y la inspirada atmósfera malsana creada por él gracias a un más que correcto libreto de Brent Haleyposibilitaron la creación de una película que necesita con urgencia ser reivindicada para ocupar el puesto que se merece.

‘Expediente Warren: The Conjuring’

No tuve problemas en calificar a ‘Expediente Warren: The Conjuring’ (‘The Conjuring’, James Wan, 2013) como la mejor película de terror de los últimos años cuando escribí mi crítica hace ya algo más de tres meses, y lo mantengo –aunque quizá sea conveniente aclarar que considero que es la mejor desde el título que cierra esta selección-. No es que la historia sea muy original, pero la casi perfección de la puesta en escena de James Wan y su efectivo reparto, donde brilla con luz propia una estupenda Vera Farmiga, permiten elevar a su guión por encima de sus limitaciones y regalarnos varias escenas para el recuerdo del aficionado.

El habitante incierto’

Me tengo que culpar también a mí mismo cuando me lamento de que ‘El habitante incierto’ (Guillem Morales, 2005) no consiguiera una mayor difusión en el momento de su estreno, ya que no me aventuré a verla hasta que un buen amigo mío, que sí se acercó al cine a verla, me la dejase en dvd tiempo después. Su premisa gira alrededor de un hombre que está pasando por un delicado momento emocional que sospecha que hay alguien en su casa y no tarda en obsesionarse con ello. Es una cinta que gozaría de fama mundial si hubiera estado dirigida por Roman Polanski, y la mención del director de ‘Repulsión’ (1965) es cualquier cosa menos azarosa, pero como no es el caso ha sido condenada a la invisibilidad más allá de los amantes del género. Por cierto, uno de esos cada vez más raros casos en los que una película mejora con su segundo visionado.

‘La matanza de Texas’

¿Dos remakes cuando las nuevas versiones actuales de películas de terror suelen caracterizarse por la falta de garra? Pues sí, porque Marcus Nispel cogió una historia ya vista en infinidad de ocasiones y le dio una energía inesperada que incluso llevó a algunos a situarla por encima del mítico original deTobe Hooper. Otro de sus principales aciertos fue el recuperar a Daniel Pearl para volver a ejercer como director de fotografía, tarea que ya realizó en ‘La matanza de Texas’ (‘The Texas Chainsaw Massacre’, Tobe Hooper, 1974), pero lo cierto es que no hay nada especialmente criticable y Nispel sabe cómo explorar las fortalezas del relato para ofrecernos un entretenimiento de terror de primer nivel.

‘Alta tensión’

Alexandre Aja se convirtió en la gran esperanza francesa del cine de género tras el estreno de ‘Alta tensión’ (‘Haute Tension’, 2003), ya que no solamente devolvía la dignidad al slasher, sino que usaba la contundencia habitual del subgénero para regalarnos una efectiva película con un desenlace particularmente polémico –años después aún no tengo del todo clara mi opinión sobre él-. Y no sería justo olvidarnos de la sufrida e intachable interpretación de Cécile De France y la potente presencia de Phillipe Nahon. Lástima que Aja nunca haya vuelto a estar a este nivel, ni tan siquiera en su estimable nueva versión de ‘Las colinas tienen ojos’ (‘The Hills Have Eyes’, Wes Craven, 1977).

‘Déjame entrar’

Los vampiros seguramente sean el monstruo del cine clásico más maltratado durante los últimos años, pero afortunadamente no todo son los vampiros crepusculares, sino que también hay espacio para pequeñas joyas como ‘Déjame entrar’ (‘Låt den rätte komma in’, Thomas Alfredson, 2008). Además, no estamos ante una obra que se limite a replicar con talento una historia ya vista en infinidad de ocasiones, pues se propone una apasionante, gélida y emocional revisión de la propia naturaleza del vampiro perfectamente apoyado en la dirección de Alfredson, pero elevado aún más por el portentoso trabajo de los dos jóvenes protagonistas. Las buenas noticias no acaban ahí, ya que dos años después se obró el milagro de que su remake americano fuese bastante estimable