Johnny Depp vive a un disfraz pegado. Al menos desde que rodara Eduardo Manostijeras hace casi un cuarto de siglo. La mayor parte de su carrera la ha pasado oculto bajo un look extremo. El próximo 23 de agosto, el actor, de 50 años, se planta un pájaro en la cabeza y llega a las pantallas españolas para interpretar a su héroe de la infancia, el nativo americano Tonto, compañero de aventuras de El llanero solitario.
Tim Burton no ha sido su único aliado en esta querencia por el transformismo cinematográfico. El pirata Jack Sparrow se ha convertido en su mayor fuente de celebridad y el actor ha contado que siempre viaja con el disfraz, por si surge una visita improvisada a un hospital infantil.
Entertainment Weekly, la revista especializada en analizar el negocio del espectáculo, se muestra desde hace semanas preocupada por la carrera de Depp, lastrada por su obsesión con los personajes extraños. Más Donnie Brasco y menos maquillaje, viene a decir el semanario estadounidense.
El público de su país no se ha mostrado interesado en la adaptación de la serie de los años 50 El llanero interesado, que puede hacer perder muchos millones a la Disney. Pero el actor ya tiene pensado volver a vestirse como el Sombrerero Loco y como Sparrow en sus próximos proyectos.
A continuación el freak-show de Johnny Deep, con algunos de sus disfraces más locos.
Para encarnar a Tonto, el nativo americano que acompaña al llanero solitario, Depp se inspiró en el personaje televisivo de los años 50 y le agregó un curioso accesorio capilar. Depp ya había protagonizado un Western con un atuendo estrambótico en los inicios de su carrera. Fue para Jim Jarmusch en Dead Man.
Eduardo Manostijeras fue la primera y la más celebrada colaboración con el cineasta Tim Burton. Con él el maquillaje gótico llegaba a su vida para quedarse.
Su look en The Brave, su única película como director, es un claro antecedente al Jack Sparrow de Piratas del Caribe. Al menos en lo estético.
Cuando en 2010 una niña británica de cinco años le escribió una carta declarándose pirata y pidiendo que Jack Sparrow visitara su escuela, Depp no dudó en hacerlo.
La sífilis que sufre el Conde de Rochester en The Libertine obliga al actor a lucir este aspecto, con maquillaje, pelucón del siglo XVII y nariz de plata, en un momento de la película.
Se dice que Michael Jackson es una de las grandes inspiraciones estéticas de Depp. Lo fue incluso en películas que requerían menos caracterización, como Descubriendo Nunca Jamás y también para su versión de Willy Wonka.
Depp ha llegado muy lejos en sus colaboraciones con Tim Burton, el disfraz más extremo es el del sombrerero loco en su millonaria versión conjunta de Alicia en el País de las Maravillas, de la que casi seguro habrá secuela.
Menos popular ha sido su reciente Barnabas Collins de Sombras Tenebrosas, otra serie de culto llevada al cine por Tim Burton.
Entre los más siniestro, el asesino en serie Sweeney Tood, el barbero diabólico de la calle Fleet adaptado en el inquietante musical de Burton.
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