Aprovechando el estreno de ‘Capitán Phillips’ (id, Paul Greenrass, 2013) es un buen momento para ir con uno de esos posts que tanto nos gustan de listas. esta vez sobre uno de los actores más queridos por el público de las últimas décadas, Tom Hanks. Principal intérprete de numerosas comedias allá por los ochenta, algunas de dudosa calidad como ‘Despedida de soltero’ (‘Bachelor Party’, Neal Israel, 1984) y que sin embargo triunfaban en taquilla, mientras que perlas del calibre como ‘No matarás… al vecino’ (‘The Burbs’, Joe Dante, 1989), extraordinario juego cinéfilo de una comicidad hilarante, fracasaban estrepitosamente. Rey de la comedia romántica durante algún tiempo, y que le llevó a juntarse con Meg Ryan varias veces, tuvo que esperar a 1993 para demostrar lo que muchos no creíamos sería capaz de hacer: demostrar que era un excelente actor dramático.
Con su cambio de tercio titulado ‘Philadelphia’ (id, Jonathan Demme, 1993) —en la que considero que el actor está excelente pero no como para ganar un Oscar, teniendo en cuenta las interpretaciones masculinas de aquel año— todos empezaron a tratar a Hanks de otra forma. Con el paso del tiempo, el intérprete, natural de California, ha alcanzado ese estatus que pocos alcanzan, llegar a un punto en el que hace prácticamente lo que da la gana. Su rol en el film de Greengrass, tan atacado como laureado, es uno de los que suenan de cara a las próximas nominaciones de los Oscars. Mientras esperamos a ver qué sucede con eso, vamos con las que a mi, juicio, son cinco de sus mejores interpretaciones.
Forrest Gump
Todo el mundo celebró que Hanks ganase un segundo Oscar aún habiéndolo conseguido el año anterior, porque en verdad se lo merece mucho más por el film de Robert Zemeckis, uno de los mejores de la carrera de este director de actual repaso en Blogdecine. Con un impecable registro, que aúna sin esfuerzo sus aptitudes para la comedia y el drama, este Forrest Gump se nos mete muy dentro al asegurar que un tonto es el que hace tonterías, y que encuentra su propia camino en la vida a través de las enseñanzas de su madre.
Capitán Miller
En la primera de sus tres colaboraciones cinematográficas con Steven Spielberg, ‘Salvar al soldado Ryan’ (‘Saving Private Ryan’, 1998) da vida al Capitán Miller, responsable de un pelotón que tras el desembarco de Normandía —la secuencia más aplaudida de la película— recibe la orden de ir en busca del último hermano vivo de los Ryan. Un personaje sobre el que el resto de sus compañeros, de rango militar inferior, hacen apuestas sobre el trabajo que tiene en su vida civil. La frase “Haz que merezca la pena”, pronunciada en el emotivo instante del puente, aún resuena en mis oídos.
Chuck Noland
Doblete con el director Robert Zemeckis y no es para menos. Chuck Noland es uno de los mejores personajes con los que ambos han tenido que tratar. Merecedor de todos los premios posibles se creyó fervientemente que Hanks ganaría su tercer Oscar por ‘Náufrago’ (‘Cast Away’, 2000), pero llegó Russell Crowe a resolver uno de los problemas en los que se suele meter la Academia de Hollywood de vez en cuando. Sometido a una dieta de adelgazamiento que hizo se detuviera el rodaje un año —en el que el director aprovechó para filmar ‘Lo que la verdad esconde’ (‘What Lies Beneath’, 2000)—, todo un tour de force para un actor que a esas alturas podía con todo lo que le echasen. El sentimiento de pérdida de Wilson, un simple balón, se transmite gracias a su portentosa interpretación. Para mí, el mejor papel de Hanks.
Michael Sullivan
De la película más condenadamente perfecta que ha dirigido Sam Mendes, ‘Camino a la perdición’(‘Road to Perdition’, 2002), puro cine negro, y la historia de Sullivan huyendo con su hijo. Hanks aguanta el compararse con una de las leyendas del cine, Paul Newman, en la última de sus grandes interpretaciones. Instantes como el del piano o el de la lluvia muestran la calidad de un actor que entiende a la perfección un personaje lleno de claro-oscuros. Lo cierto es que en esa película todo es prodigioso.
Woody
Haciendo honor a Cary Grant, que decía que el 80% del trabajo de un actor era la voz, creo que es más que justo meter en esta lista el personaje de una de las mejores sagas de todos los tiempos, la de‘Toy Story’, con tres absolutas obras maestras que no han perdido ni un ápice desde su estreno. Ese vaquero de buen corazón, algo quejica y temeroso, se ha metido en nuestros corazones gracias en parte a la impecable labor de Hanks, que termina de vestir al personaje con su voz.
Aunque nació en Arlington (Virginia) el 26 de julio de 1964, Sandra Bullockpasó parte de su infancia en Alemania, país de origen de su fallecida madre. Ésta era una cantante de ópera que a menudo viajaba a Europa para participar en diversos conciertos. Su hija también mostró interés por la música, pues cantaba en un coro y tocaba el piano. La futura estrella de Hollywood estudió en el instituto Washington-Lee, donde colaboró en obras de teatro y fue animadora. En 1986 se licenció en Arte Dramático por la Universidad del Este de Carolina, mudándose luego a Nueva York con el propósito de ganarse la vida como actriz. Entre audición y audición, Bullock trabajó principalmente como camarera, aunque también consiguió algún que otro pequeño papel (empezando por la televisión, donde ella misma reconoce que lo hizo muy mal). Echémosle ahora un vistazo a su carrera, donde nos detendremos en las que podrían ser calificadas como sus mejores películas.
“Speed” (Jan de Bont, 1994). Si “Jungla de cristal” es uno de los títulos deacción más populares de la década de los ochenta, lo mismo se puede decir en relación a “Speed” y la década de los noventa. El filme, que consagró a Sandra Bullock y a Keanu Reeves, resulta trepidante, sobre todo en su tramo central (esto es, cuando el autobús en el que van el policía Jack Traven y la pasajera Annie Porter ha de ir a una velocidad superior a las cincuenta millas por hora; si no es así, la bomba que lleva en su interior explotará). Atención a la estupenda banda sonora de Mark Mancina, todo un ejemplo de cómo mezclar la orquesta y la música electrónica. Lástima de su decepcionante secuela, “Speed 2″ (Jan de Bont, 1997), de la que sólo se salvan sus minutos finales y, cómo no, su partitura instrumental.
“Crash (Colisión)” (Paul Haggis, 2004). Ganadora del Oscar® a la Mejor Película, esta producción independiente nos narra diversas historias que se desarrollan en Los Ángeles y que se cruzan entre sí (como suele ser habitual en este tipo de filmes, unas resultan más interesantes que otras). Temáticas como el racismo, los prejuicios o la violencia rodean a los distintos personajes de la cinta. Bullock interpreta a la esposa del fiscal del distrito, quien, tras ser atracada por unos negros, exterioriza su temor hacia las personas que no son de raza blanca (caso de un trabajador hispano que cambia las cerraduras de su hogar). La actriz, cuya interpretación es una de las mejores de su carrera, llevaba un año y medio sin ponerse delante de las cámaras, pues no encontraba un proyecto que le llamara la atención. Haggis pensó en ella para dar vida a esta mujer, y ella aceptó el papel de inmediato. “Crash (Colisión)” recaudó 98 millones de dólares en todo el mundo. Curiosamente, 10 de ellos pertenecieron al mercado español (más de un millón y medio de espectadores).
“Historia de un crimen” (Douglas McGrath, 2007). Película en la que se nos relata cómo Truman Capote (Toby Jones) investigó unos asesinatos que le sirvieron para escribir su conocida novela “A sangre fría”. A pesar de su brillante reparto, el filme tuvo la mala suerte de estrenarse después de“Truman Capote”. Sandra Bullock interpretó a la escritora Harper Lee, la autora de “Matar a un ruiseñor” y gran amiga del protagonista (su trabajo resulta verdaderamente meritorio). Puede que “Historia de un crimen” intente abarcar demasiado, de ahí que a veces le resulte difícil desarrollar la psicología de los personajes, pero no deja de ser un título de interesante visionado.
“La casa del lago” (Alejandro Agresti, 2006). Recomendable cintaromántica que además introduce elementos fantásticos en su trama. Así, ésta se centra en Kate Forster, una mujer que se marcha de una casa situada en un lago porque se va a trabajar a Chicago. Antes de irse, deja una carta en su buzón con la intención de que el próximo arrendatario de la vivienda le envíe a su nuevo apartamento el correo que le pueda llegar. Alex Wyler es el hombre que lee la nota y que responde a la mujer, percatándose posteriormente de que viven en años distintos. A pesar de que con semejante argumento se podría haber caído en la confusión, la película discurre con naturalidad y su visionado resulta muy agradable. Tras “Speed”, Sandra Bullock y Keanu Reeves volvieron a colaborar en este largometraje. Su química en “La casa del lago” es incuestionable.
“El príncipe de Egipto” (Brenda Chapman, Steve Hickner y Simon Wells, 1999). La historia de Moisés contada desde el género de la animación y auspiciada por Steven Spielberg a través de DreamWorks Animation. Aunque no es un título redondo, presenta contenidos muy interesantes, caso de su magistral prólogo o del instante en el que la maldición provoca que Ramsés deje partir a los hebreos. Bullock prestaba su voz a Miriam, la hermana del protagonista. Por cierto, “Minions” (Kyle Balda y Pierre Coffin, 2014) será la segunda colaboración de la actriz en un largometraje de dibujos animados (así, doblará a la villana de la historia).
“Tan fuerte, tan cerca” (Stephen Daldry, 2011). Este filme, que tiene tantos defensores como detractores, fue nominado al Oscar® a la Mejor Película, algo que en su día sorprendió bastante. Su trama se centra en Oskar Schell, un niño cuyo padre (Tom Hanks) muere en los atentados del 11 de septiembre de 2001. El pequeño recorre la ciudad de Nueva York en busca de personas, lugares y objetos relacionados con una llave que guardaba su progenitor. Con una cuidada realización, la cinta presenta momentos dramáticos ciertamente meritorios, si bien es verdad que otros resultan un tanto pretenciosos. El reparto es uno de los elementos fuertes del largometraje, incluyendo aquí a Sandra Bullock como la madre de Oskar y a un brillante Max von Sydow.
“Tiempo de matar” (Joel Schumacher, 1996). Carl Lee Hailey (Samuel L. Jackson) es un hombre negro que se toma la justicia por su mano después de que dos individuos blancos violen a su hija. Así, el padre acaba con la vida de los agresores, lo que provoca no pocos conflictos en el pueblo en el que suceden los hechos (conviene recordar que la trama se desarrolla en Misisipi). El abogado Jake Tyler Brigance (Matthew McConaughey) y su ayudante Ellen Roark (Sandra Bullock) se encargarán de defender a Carl. Aunque puede resultar algo fría para aquellos a los que no les gusten las películas de juicios, “Tiempo de matar” nos presenta un interesante reflejo de los extremismos que hallamos en nuestra sociedad. Con este filme, Bullock quiso demostrar a la crítica y al público que también podía trabajar en producciones dramáticas.
“The blind side (Un sueño posible)” (John Lee Hancock, 2009). Bienintencionada cinta con la que Bullock consiguió el primer Oscar® de su carrera. En ella, una familia blanca acoge a un joven negro que ha tenido una infancia traumática. El muchacho consigue integrarse en su nuevo hogar al tiempo que cambia la vida de sus miembros. Aunque no está exenta de tópicos, el filme se deja ver con agrado y no se recrea en los apartados más dramáticos del relato (de hecho, sorprende el sentido del humor de algunas de sus escenas). Su éxito en la taquilla norteamericana fue increíble, recaudando 256 millones de dólares (su presupuesto fue de tan sólo 29 millones).
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