Rachel McAdams, algo más que la novia ideal

Desde que protagonizó junto a Ryan Gosling la película que la memoria colectiva ha erigido como la gran historia romántica de la década pasada, El diario de Noa, la canadiense Rachel McAdams fue nombrada con presteza "la próxima Julia Roberts"; o, lo que es lo mismo, la nueva novia de América. Sin embargo, aunque durante los años posteriores la actriz no fue ajena al género, no ha sido hasta su retorno tras unos años de perfil bajo con Más allá del tiempo (2009), Morning Glory (2010), Todos los días de mi vida(2012) y ahora Una cuestión de tiempo que sí ha empezado a encasillarse peligrosamente en la reducida variedad que dejan este tipo de producciones a los personajes femeninos. Pero mientras también ha sidoIrene Adler en Sherlock Holmes (2009), ha trabajado con Woody Allen, Terrence Malick y Brian De Palmay tiene títulos a punto de estreno con Anton Corbijn y Wim Wenders. Por esas y las siguientes razones, Rachel McAdams no es la novia perfecta; es mucho más que eso
Sabe hacer reír
No es tan fácil que tu primer papel de importancia en Hollywood implique la tarea de canalizar el histrionismo de Rob Schneider a través de ti misma por culpa de una comedia de intercambio de cuerpos como ¡Este cuerpo no es el mío! (2002). Pero McAdams demostró una entrega absoluta y gran potencial humorístico que luego le permitió escalar a otras comedias de éxito como Chicas malas (2004) o De boda en boda (2005).
Sabe hacer llorar
El auténtico trampolín de la actriz vino con El diario de Noa (2004), adaptación de la novela de Nicholas Sparks con la que Nick Cassavetes también llevó al estrellato a Ryan Gosling. Tras las cámaras del drama romántico de época hubo de todo: desde el inicio de una relación intermitente entre los dos protagonistas a ocasiones en las que no se podían ni ver en el plató. Pero su historia de amor tomó el testigo generacional de la de Titanic, como decían los versos de Lazy Sunday: "quiero esos cupcakestanto como McAdams a Gosling"

Sabe demostrar su talento
Una decena de actrices famosas y varias desconocidas acudieron a audiciones para el rol de Allie en El diario de Noa, pero Nick Cassavetes siguió buscando hasta que Rachel McAdams llegó al plató. En su primera audición, con Ryan Gosling dándole las réplicas, consiguió el papel y dio una pequeña muestra del torrente emocional que conseguiría después en la película
Sirve como ejemplo clínico

Se pueden decir muchas cosas de Regina George, el personaje de McAdams en Chicas malas, como que es una de las divas de instituto más deliciosamente repelente desde los tiempos de Alicia Silverstone enFuera de onda o que el traje de Santa Claus sexy le quedaba muy, muy bien... pero estos estudiantes de psicología de la Universidad de Oklahoma han decidido darle otro enfoque y analizar cómo el personaje presenta varios rasgos del Trastorno Histriónico de la Personalidad. Vaya.
Sabe cómo usar un boli

Algo que Cillian Murphy tuvo que descubrir a las malas en Vuelo nocturno (2005), la incursión de la actriz en el género de terror de la mano de una scream queen a lo Wes Craven.

Sabe cambiar de look

Y todavía no sabemos cómo nos gusta más, la verdad.

Le gusta la lluvia

 

Es una pena que Owen Wilson, su pareja en Midnight in Paris (2011), no se diera cuenta de esto. Pero bueno, como terminó dando el paseo lluvioso por París con Léa Seydoux tampoco creemos que haya que tenérselo muy en cuenta.

Sabe ser sexy

Y nadie como Brian De Palma para sacarle partido a esa sensualidad en Passion (2012), donde construye un thriller encrucijado con ambición, traiciones, deseo y sexo donde la química entre McAdams y Noomi Rapace echa mucho más que chispas.

¿Hemos dicho ya cómo ríe?

 

 

 

¿Y cómo llora?