28 años, nada menos: desde 1915 hasta su muerte en 1943. Ese fue el tiempo que la escultora Camille Claudel pasó internada en el psiquiátrico de Montdevergues, dicen que a causa de la ruptura con su amante Paul Gauguin. La opinión pública de Francia lo consideró una injusticia y los médicos aconsejaron su salida múltiples veces, pero la familia de la artista (especialmente su madre) se negaron a que ésta volviese a pisar las calles. Con una inmensa Juliette Binoche en el papel principal, Camille Claudel, 1915reconstruye esta historia aterradora. Y nosotros, que no queremos ni imaginarnos a nosotros mismos en una situación así, recordamos otros psiquiátricos de cine donde nunca querríamos entrar.
Asilo Arkham
Nos internaron en... Batman Begins (Christopher Nolan, 2005)
Especialidad: Tratar a los criminales más violentos y psicóticos de Gotham City. Su psiquiatra más reputado, Jonathan Crane (Cillian Murphy), es todo un experto en los efectos psicoterapéuticos del terror extremo. Total, peor no se van a quedar...
Pacientes famosos: Desde su primera aparición (el guionista Denny O'Neil lo fundó en 1979), el asilo Arkham ha tenido inquilinos tan ilustres como Joker, Bane y el Acertijo. En cine, por desgracia, no hemos recorrido sus pasillos muy a menudo. Huelga decir que, cuando pasan por Recepción, la mayoría de los internos balbucean delirios acerca de un tipo vestido de murciélago...
Centro Psiquiátrico Pescadero
Nos internaron en... Terminator 2: El juicio final (James Cameron, 1991)
Especialidad: Nos encantaría decir que este hospital penitenciario trata bien a sus pacientes (todos ellos peligrosísimos, dicen) y que les facilita el camino hacia la reinserción. Pero la verdad es que en él los abusos y menosprecios por parte del personal son moneda corriente.
Pacientes famosos: A finales de los 80, una chica llamada Sarah Connor (Linda Hamilton) fue ingresada en Pescadero con un cuadro agudo de manía persecutoria: la interna no paraba de hablar sobre un holocausto atómico y un cyborg asesino parecido a Schwarzenegger. Por desgracia para los médicos, no se trataba de alucinaciones.
Hospicio de Charenton
Nos internaron en... Quills (Philip Kaufman, 2000)
Especialidad: El Abate Coulmier (Joaquin Phoenix), un religioso de paciencia casi sobrenatural, cree en las virtudes del diálogo y las terapias ocupacionales para aliviar los trastornos de la psique. Su sustitutoRoyer-Collard (Michael Caine) prefiere métodos más acordes con su época y contexto político: flagelaciones, duchas frías, confinamiento en soledad...
Pacientes famosos: Tanto en la vida real como en esta película, Charenton fue el hogar del Marqués de Sade (Geoffrey Rush) durante sus últimos años. Pese a su encierro, el legendario libertino no estaba por la labor de dejar de escribir guarradas... Y tampoco se privaba de corromper a mozuelas como la muy mollar Kate Winslet.
Lennox House
Nos internaron en... Sucker Punch (Zack Snyder, 2011)
Especialidad: Cuando se acerca a Lennox House, el visitante puede sospechar de que el lugar es más una cárcel para chicas demasiado listas que un lugar de curación. Sentimos decir que la impresión es cierta, gracias a los siniestros manejos del celador Blue Jones (Oscar Isaacs).
Pacientes famosos: Para Emily Browning y sus amigas (Vanessa Hudgens, Jamie Chung, Abbie Cornishy Jena Malone) este psiquiátrico supone la puerta de entrada a una sucesión de mundos fantásticos, cada uno más siniestro que el anterior. No podía ser menos, ya que sobre ellas pesa la siniestra amenaza de la lobotomía.
Sanitarium de Baltimore
Nos internaron en... El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991)
Especialidad: ¿Qué es lo peor que le puede ocurrir a un hospital psiquiátrico, o a cualquier institución en general? Tener por director a un imbécil como el doctor Frederick Chilton (Anthony Heald). Mientras este galeno poco escrupuloso siga estando al mando, el Sanitarium se parecerá mucho a un pozo del infierno.
Pacientes famosos: Para destacar al lado de sabandijas como Miggs 'El Múltiple', hace falta ser un psicópata de marca mayor. Y qué duda cabe de que Hannibal Lecter (Anthony Hopkins) encaja en ese molde: más listo que el hambre, este psiquiatra y gourmet aprovechará la más mínima ocasión para huir, y así disfrutar de una cenita íntima junto a su odiado colega Chilton.
Burghölzi
Nos internaron en... Un método peligroso (David Cronenberg, 2011)
Especialidad: Construido en 1870, y todavía en activo, el hospital psiquiátrico universitario de Zürich es un distinguido centro en el que ejercieron doctores como Hermann Rorschach (el de las manchas de tinta) y un tal Carl Gustav Jüng, que según este filme se daba un aire a Michael Fassbender.
Pacientes famosos: Lectores, estamos ante el único éxito terapéutico de este informe: Sabina Spielrein (Keira Knightley) pasa de enferma mental a primera mujer psicoanalista gracias a la terapia (y, en un contexto más íntimo, a las azotainas) del doctor Jüng. Para traicionarle después, al menos en lo académico, por el patriarca Sigmund Freud (Viggo Mortensen). Al final, va a ser todo cosa del complejo de Edipo.
Shutter Island
Nos internaron en... Shutter Island (Martin Scorsese, 2010)
Especialidad: Aunque en él se practiquen lobotomías a granel, como marcaba la moda de los 50, este psiquiátrico penal (sí, otro más) alberga formas de terapia menos quirúrgica y más innovadoras, concebidas por su director Ben Kingsley.
Pacientes famosos: El agente del FBI Teddy Daniels (Leonardo DiCaprio) ha viajado a Shutter Island para investigar la fuga de Rachel Solando, una paciente que fue encerrada ahí tras asesinar a sus tres hijos. Durante sus pesquisas, Daniels descubrirá que, en ese siniestro lugar, nada es lo que parece.
Instituto Psiquiátrico de Oregón
Nos internaron en... Alguien voló sobre el nido del cuco (Milos Forman, 1975)
Especialidad: Aquí no hablamos de un centro de alta seguridad para psicópatas peligrosos. Ni mucho menos: este hospital es un psiquiátrico de lo más corriente, dentro de lo que cabe. Es más, algunos dirían que la persona más desquiciada que hay entre sus muros es la enfermera Ratched (Louise Fletcher).
Pacientes famosos: Técnicamente, M. P. McMurphy (Jack Nicholson) no tiene ningún problema mental, sino que fue ingresado voluntariamente para librarse de una temporada entre rejas. Lo cual no es óbice para que, una vez encerrado, mobilice al resto de los pacientes y les anime a exigir sus derechos. Algo que terminará pagando muy caro.
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