lunes, 25 de noviembre de 2013

semana de Jennifer Lawrence hoy reportaje

  La actriz estadounidense Jennifer Lawrence. Reuters.                      La actriz Jennifer Lawrence, nativa de Kentucky, combina grandes producciones, como los X-Men, con filmes de David O. Russell y Susanne Bier o la comedia Dumb and Dumber To, junto a Jim Carrey y Jeff Daniels. Su ascenso a la fama fue meteórico, a los 22 años, con su Oscar por El lado bueno de las cosas, tras su éxito en 'Los Juegos del Hambre'.
Si viviera una situación como la de Los Juegos del Hambre, ¿qué le resultaría esencial al abrir su mochila?
Todo el mundo piensa que lo esencial sería un móvil, pero lo más probable es que no hubiera cobertura, y si tuviera que explicar a alguien dónde me encuentro, ¿qué le diría? Estoy entre una piedra y un árbol... En cuanto a la mochila, me vendría bien una ametralladora. Podría protegerme y cazar algún animal.
¿Qué tal es como cazadora?
Terrible. No tengo muchos talentos más allá de este trabajo. Soy bastante torpe. Si tuviera que seguir un ciervo para cazarlo, pronto se percataría de mi presencia. Me llevaría algo por delante o me caería.
¿Y sus recursos para sobrevivir?
Creo que si tuviera que encontrar agua en este cuarto, no sabría por dónde empezar. Le he pedido a mi publicista una botella, es la única forma de conseguirla. Mis instintos de supervivencia son realmente lamentables.
¿Cómo supera los obstáculos?
Quiero pensar que soy valiente, pero los obstáculos de mi vida personal no han sido tantos. Mi dilema ha sido decidir entre hacer Los Juegos del Hambre y volverme famosa o no hacerla y no ser famosa. De todos modos, prefiero no reconocer que en el fondo soy una débil.
¿Ha experimentado el hambre?
No, por suerte, nunca.
¿Y hambre por un buen papel?
Eso, sí. Cuando era más joven estaba más segura de mí misma y me emperraba en conseguir ciertas cosas. Si no me daban un papel, me decía que ya me darían el siguiente, y lo mismo ocurrió con un viaje a Nueva York, donde volví locos a mis padres hasta que me llevaron. Ahora me tomo todo de otra manera. He tenido mucho éxito y no entiendo cómo he llegado hasta aquí, estoy algo asustada y he perdido la confianza en mí misma. Me veo en la pantalla y pienso que soy un gnomo, que soy horrible y que no me volverán a dar trabajo. Haber crecido me ha hecho darme cuenta de mi mortalidad. Ya no me interesa subirme a una moto como cuando era más joven.
"Mi placer secreto es sentarme a tomar comida basura mientras veo un buen reality en televisión"
Ganó un premio Oscar bailando. ¿Tenía experiencia en el mundo de la danza?
No. Era abominable bailando. Parecía una mamá en el baile de graduación de la escuela secundaria. Pero todo se aprende. Debe de haber sido terrible para Bradley, porque él sí que es buen bailarín.
¿Cómo se lleva con los paparazzi?
Bastante mal. Por eso no puedo vivir en Los Ángeles. El otro día bajé de mi coche para poner gasolina y se formó un incidente, por los paparazzi. Pero no quiero llevar siempre al lado a un guardaespaldas. Opto por esconderme.
¿Y con la fama?
La entiendo. Este trabajo hace que la gente te reconozca y casi piense que no eres humana. Yo soy igual. El día que conocí a Travolta, casi me desmayo.
¿Se ha acostumbrado a tener dinero?
No. Sigo actuando como si no lo tuviera. En el supermercado me asusto de los precios. Lo que sí he variado es que dejo mi coche en el parking y no me molesta pagar. Y doy buenas propinas.
¿Cuál es su placer secreto?
Sentarme a ver realities en televisión. No hay nada que me guste tanto como acabar mi día comiendo comida basura frente a un buen reality televisivo.
¿Cuáles son las mujeres que le inspiran?
Meryl Streep es mi ídolo, mi actriz favorita. Siempre he sido una gran admiradora de Susanne Bier, con quien acabo de trabajar, y la madre Teresa también es alguien importante para mí. Y como hombre, Abraham Lincoln.
¿Y alguien de su familia?
Mi madre. Simplemente porque es perfecta. Nunca he visto a alguien que piense menos en sí misma. Es tan buena madre que cada vez que me doy cuenta de que tenemos algo en común o repito algo de ella que antes me volvía loca, me siento más tranquila porque es una señal de que me parezco y de que algún día puedo ser tan buena madre como ella.

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