siempre he tenido una predilección especial por Joseph Gordon-Levitt y sí, empezó mucho antes de que se convirtiera en anti-héroe romántico en aquella película llamada ‘(500) días juntos’ (‘500 days of Summer)’, Marc Webb, 2005), y es que mi predilección empezó en sus tiempos de actor adolescente en televisión, pasand por su gran proyecto de plataforma online de arte colaborativo hitRecord.org. Por eso, no es de extrañar que esperará su debut como director como agua de mayo. El resultado es ‘Don Jon’, una versión libre y moderna del famoso Don
Juan.
El primer largometraje de Gordon-Levitt nos cuenta la historia de Jon Martello, un joven de hoy en día que tiende a deshumanizar todo lo que ocurre en su vida: su apartamento, su coche, su familia, su iglesia y por supuesto, sus mujeres. Sus amigos le llaman Don Jon por la habilidad que tiene para conseguir mujeres “10” cada fin de semana. Sin embargo, hasta los ligues más sofisticados no pueden compararse con la felicidad trascendental que consigue Jon viendo pornografía delante de su ordenador, a solas. Insatisfecho, se embarcará en una aventura a la búsqueda de una vida sexual más gratificante y acabará aprendiendo las grandes lecciones de la vida y del amor a través de su relación con dos mujeres muy distintas.
‘Don Jon’, chonis, amor y porno
Jon Martello, el personaje protagonista de ‘Don Jon’ no tiene ningún reparo en admitir que sólo encuentra la completa felicidad cuando ve porno. Un interesante comienzo el que propone Joseph Gordon-Levitt para dejar bien claro que su personaje no conoce el amor y por lo tanto, para que el espectador está ante una comedia romántica en la que su protagonista, antes o después, se va a enamorar y va a darse cuenta de que el sexo con amor es mucho mejor. Así, a simple vista es como cualquier otra rom-com que nos llega de Estados Unidos, pero aunque se queda un poco en la superficie, el debut de Gordon-Levitt termina resultando bastante refrescante.
Y es que aunque al final trate el tema de forma algo superficial, ‘Don Jon’ es original por varios motivos. El primero su estética choni. Sí, Jon Martello es un choni de cuidado: musculitos discotequero, don juan —de ahí el nombre de la película—, coche deportivo y familia más choni todavía. Un retrato de una parte de la sociedad estadounidense —y que mucho recuerda a ‘Jersey Shore‘— y que Gordon-Levitt refleja sin prejuicios. Una interesante decisión, ya que el director no opta por convertir a sus personajes en simplones pero filósofos como tienden a hacer las comedias estadounidenses que todos conocemos. No, los personajes son simples y punto y no necesitan utilizar un lenguaje rimbombante para conocerse a sí mismos.
El Don Juan que las vuelve locas
Y para interpretar a este puñado de chonis adorables, Joseph Gordon-Levitt se rodea de un elenco de excepción, que encabeza el mismo, tras sufrir una gran transformación física a base de horas de gimnasio. Aunque no es su mejor papel —dirigir y actuar en la misma película no debe ser fácil—, Joseph Gordon-Levitt sigue pareciéndome uno de los mejores y más interesantes actores de su generación y que promete dar una gran sorpresa de un momento a otro. Junto a él, la exhuberanteScarlett Johansson luciendo vestidos ajustados y pendientes de aro y mascando chicle para dejar de lado su glamour; la siempre fantástica Julianne Moore o el divertidísimo Tony Danzainterpretando al padre de Jon Martello y que protagoniza algunas de las secuencias más divertidas de la película.
‘Don Jon’ funciona, sobre todo porque es honesta consigo misma y no quiere ser nada que no es:una comedia romántica algo inusual, divertida y que, aunque cae en los estereotipos en todos los sentidos, consigue atraparte con su sencillez.
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