Lars Von Trier no dispondrá del derecho a montaje final en la versión comercial de Nymphomaniac, su nueva (y muy promocionada) película que recorre distintas etapas en la vida sexual de una mujer interpretada por Charlotte Gainsbourg. Desde el inicio del proyecto, la intención del director era hacer un filme con secuencias sexuales explícitas, pero en realidad ése no es el principal motivo por el que la productora Zentropa ha decidido que distribuirá comercialmente un montaje que no se corresponde con el entregado por el autor. Frente al largometraje de más de 5 horas defendido por Von Trier, el productorPeter Aalbaek Jensen ha declarado que el próximo mes se estrenarán en Dinamarca y Noruega dos partes de dos horas cada una.
"La versión corta va en contra de la voluntad de Lars, pero lo acepta porque entiende los mecanismos del mercado", cuenta Jensen a la publicación danesa Filmmagasinet Ekko en una entrevista recogida porThe Hollywood Reporter. "No puedes hacer una película de más de 8 millones de euros que sea tan larga. Cinco horas y media es una duración tan extrema que reduce radicalmente el valor de mercado y los inversores sentirían que les han dado gato por liebre".
Así que la duración ha pesado más que las imágenes genitales a la hora de reducir la duración de la película para su distribución comercial. El caso es que no sólo parece que Von Trier no ha participado en el remontaje, sino que nisiquiera lo ha visto aunque consienta que sea así como se estrene el filme. A falta de saber qué camino tomarán las distribuidoras internacionales, ¿qué hay del montaje del director, entonces? Pese a que se dijo que el Festival de Cannes podría hacer las paces con el danés programando el filme, Jensen también ha negado que Nymphomaniac vaya a viajar a la Costa Azul el año que viene.
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