viernes, 1 de noviembre de 2013

The Chronicles of Riddick

Es la historia del universo futuro donde los Necróferos, una raza de conquistadores no-muertos, viaja a través del espacio en busca del Subuniverso. Su líder, Lord Mariscal (Colm Feore), comanda sus tropas subyugando mundos y esclavizando a sus habitantes para convertirlos en nuevos necróferos; aquellos que se oponen son masacrados.
Riddick, quien después de cinco años aún es un fugitivo de la justicia y tiene precio colocado a su cabeza, huye de los cazarrecompensas; especialmente de uno llamado Toombs, que pierde su nave y su tripulación por subestimar las habilidades de Riddick. Por lo que puede obtener Riddick de parte de Toombs, deduce que la recompensa a su cabeza fue puesta por Imam, uno de los dos supervivientes que logró sacar del desierto hace cinco años y la única persona que considera su amigo. Con la nave del cazarrecompensas, pone rumbo al planeta de origen de quien contrató a sus perseguidores para poner fin a su cacería. El destino es Helion Primero.
Cuando Riddick aterriza en Helion Primero, va en busca de su viejo amigo, Imám (Keith David), en la ciudad de Nueva Meca, puesto que no puede ser otro el responsable de la recompensa ya que nadie más sabía su paradero. Imám le explica que sólo dio información sobre la ubicación de Riddick a quien realmente ofreció la recompensa, un grupo de resistencia ante el imperio necro y que en realidad su intención no es capturarlo, sino encontrarlo o llamar su atención para que les ayudara. Imám también le cuenta que Jack (una niña que gustaba vestirse de hombre para vivir aventuras y otro viejo amigo que Riddick hizo durante el transcurso de su desafortunado viaje narrado en Pitch Black), fue tras él cinco años antes, pues había perdido su influencia como hermano mayor. Se convirtió en una criminal y fue enviada a la prisión del planeta Crematoria. Cuando Riddick le pregunta por qué lo ha vendido, le presentan a Aereon (Judi Dench), una Elemental, quien organizó el plan para atraer a Riddick a Helion. Aereon le explica que él forma parte de una profecía que afirma que un furyano (raza de la que Riddick es el último sobreviviente) desafiaría un mal imparable y traería equilibrio al Universo, y dice que los necróferos son el mal cuya desaparición predice la profecía y que él es el furyano.
Al mismo tiempo, los Necróferos y su terrible ejército de guerreros perfectamente disciplinados, carentes de percepción del dolor y que creen en una especie de paraíso llamado Subuniverso, arrasan en su camino con todo planeta que se les cruza y están a punto de llegar a Helión Primero digiridos por el despiadado Lord Mariscal (Colm Feore). El ejército necrófero elimina las defensas del planeta en una noche e Imám es asesinado en el ataque mientras protege a su familia. Un enfurecido Riddick se dirige al centro neurálgico del planeta, donde están reunidos los dirigentes de Helión Primero ante el Lord Mariscal y desafia y mata al asesino de Imán fácilmente. Intrigado por las habilidades de Riddick, Lord Mariscal lo lleva a su fortaleza para confirmar su identidad con los psíquicos cuasi-muertos, quienes lo señalan como un furyano, por lo que el Lord Mariscal ordena su muerte.
Riddick logra escapar, sólo para volver a verse las caras con Toombs y su nueva tripulación. Riddick se deja capturar porque sabe que lo llevarán a Crematoria, un planeta abrasado, donde las temperaturas diurnas suben hasta los 700 °C y literalmente arrasan la superficie.
Allí se reúne con Jack (Alexa Davalos), quien ahora se hace llamar Kyra y le culpa por abandonarlos a ella y a Imam en Nueva Meca, pero posteriormente se reconcilian. En Helion Primero, Lord Mariscal ordena al Comandante Lord Vaako (Karl Urban) que encuentre a Riddick y lo mate. Junto con un pequeño grupo de necróferos y un Purificador (Linus Roache) se dirigen a Crematoria, pero Vaako tiene curiosidad por saber por qué Lord Mariscal le teme tanto a Riddick, por lo que, mientras tanto, su ambiciosa esposa Lady Vaako (Thandie Newton) descubre que cuando era aún un joven guerrero había destruido el planeta Furya y a la mayoría de sus habitantes, guiado por la profecía de que un furyano podría causar su caída.
Cuando Toombs y su tripulación discuten sobre la recompensa de Riddick en el planeta-prisión de Crematoria, el alcaide les muestra imágenes de las naves necróferas que han estado siguiendo a la nave de Toombs. Esto provoca un tiroteo que solo pueden ganar los carceleros y escapan para no caer en manos necróferas a través de los túneles hacia los hangares, bloqueando el resto de las salidas para impedir que los reclusos se escapen. Riddick, Kyra y algunos de los reclusos deciden subir a la superficie para tratar de llegar antes al hangar, siguiendo la zona templada creada por el ciclo de calor abrasador diurno y frío gélido nocturno. Logran llegar al hangar, pero Vaako y su contingente han llegado al planeta y rápidamente aniquilan a los carceleros. Riddick y sus compañeros se ven obligados a luchar contra los necróferos.
Con bajas en ambos lados, Vaako logra derribar a Riddick gracias a su tecnológicamente más avanzado armamento necro. Lord Vaako da a Riddick por muerto y lo deja a merced del calor del sol destructor de Crematoria. Vaako y él y sus tropas escapan llevándose a Kyra, que también cree muerto a Riddick. Sin embargo, antes de que el cuerpo inerte de Riddick sea masacrado por la mañana, el Purificador le pone a cubierto en la seguridad del hangar. No es la primera vez que le salva la vida, y la causa es el origen furyano del propio Purificador. Después de confesar una sanguinaria vida llena de atroces acciones contra sus semejantes, y de conminar a Riddick a acabar con el Lord Mariscal, el Purificador sale del hangar para inmolarse y purgar sus crímenes.
Vaako regresa a la nave comandante, donde el Lord Mariscal lo asciende a Lord Comandante, mientras que Riddick usa la nave de Toombs para ir a Helion Primero con la intención de rescatar a Kyra. A pesar del informe de Vaako, el Lord Mariscal no está muy convencido de la muerte de Riddick, por lo que ordena el "Protocolo Final", con la intención de destruir toda la vida en Helion Primero y abandonar ese sistema cuanto antes. Lady Vaako reconoce a Riddick, que se ha infiltrado en la nave y le sugiere a su marido que lo deje luchar contra el Lord Mariscal con la esperanza de que salga herido y le dé a Vaako la oportunidad de darle el golpe final y así asumir el poder, basándose en la filosofía necrófera de que "eres dueño de lo que matas". Riddick se abre paso hasta la cubierta principal de la nave, donde se enfrenta con el Lord Mariscal y descubre que Kyra se ha convertido, forzosamente, a la fe necrófera. Entonces, desesperado y sin ya nada que perder, Riddick pelea contra el líder necro, cuyos poderes únicos demuestran ser algo que ni siquiera Riddick puede contrarrestar.
Antes de que el Lord Mariscal pueda darle el golpe de gracia, Kyra, con los últimos resquicios de humanidad que le quedan, lo apuñala por la espalda, pero él la arroja con violencia por los aires, clavándola literalmente contra una lanza e hiriéndola de muerte. Lord Vaako ve la oportunidad de matar a su líder espiritual y reclamar el poder, y con una especie de alabarda intenta matar al Lord Mariscal, que escapa gracias a su poder de desdoblamiento del golpe. Pero Riddick adivina el movimiento y espera en el lugar exacto para acabar clavándole un puñal en su cabeza y terminar así con su no-vida.
Riddick toma a Kyra moribunda en sus brazos y la pregunta: ""¿Estás conmigo Kira?"" y ella responde "Siempre he estado contigo. Siempre.". El dolor de su muerte hace que Riddick se desplome en el trono necrófero, mientras la legión de soldados y fieles se arrodillan ante él -es dueño de lo que mata y él ha matado al líder necro- y Aereon murmura sobre la ironía de la situación.

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