Una noche, después de ganar una carrera, Brian es capturado por agentes de aduana de EE.UU. mediante un ESD (Electronic System Disabler, desconector de sistemas electrónicos) en forma de gancho, disparado por el agente Markham (James Remar). Tras su detención, el agente del FBI Bilkins (Thom Barry) le ofrece un trato para participar en una investigación conjunta de la Aduana con el FBI, a cambio de limpiar sus antecedentes. La operación consiste en carreras callejeras, pero al ver que ni la aduana ni el FBI tienen un corredor experimentado, Brian le dice a Bilkins que él lo seleccionará por su cuenta.
Brian y Bilkins viajan a Barstow, California, para fichar a Roman "Rome" Pearce (Tyrese Gibson), un antiguo amigo de Brian que había estado un tiempo en la cárcel y se encuentra con arresto domiciliario, y que a su vez odia y culpa a Brian por su situación. Brian convence a Roman para que se una a él en la misión a cambio de que sean perdonados sus crímenes y sacarle su monitor de tobillera. Regresan a Miami, donde se les informa sobre su misión: haciéndose pasar por corredores callejeros, entran al servicio de un despiadado narcotraficante argentino, Carter Verone (Cole Hauser), embarcado en un asunto de blanqueo de dinero. Son ayudados por Mónica Fuentes (Eva Mendes), una agente de aduanas infiltrada en la red de Carter con quien mantiene una relación amorosa. Para su misión, Brian y Rome usan dos coches modificados: un Mitsubishi Lancer Evolution VII amarillo y un Mitsubishi Eclipse Spyder GTS púrpura, respectivamente.
El dúo participa en una carrera de prueba a través de Miami para recuperar un paquete dentro de un Ferrari 360 Spider incautado y que hay que entregar a Verone, sin saber que sus coches están equipados con dispositivos de localización GPS que proporcionan al equipo de Markham su ubicación. Al llegar al deposito donde está el Ferrari y tomar el paquete, son arrinconados por Markham y su equipo, que piensan que están huyendo de la misión. Roma abre fuego sobre los hombres del FBI y después el dúo se escapa hacia la mansión de Verone.
Después de haber sido contratados como pilotos por Verone, el dúo se reúne con el equipo de la policía de aduanas y el FBI. Roma se enfrenta con Markham por la interferencia de éste con la misión. Después de que la situación se calma, Brian le dice a Bilkins y a Markham que el plan de Verone para evadir el dinero es usar su jet privado y escapar, pero también sospecha que algo anda mal con el rol de Mónica en la misión. Después el dúo va al garaje de Tej, donde se informan acerca de los dispositivos de localización que llevan en sus coches y descubren que también están siendo perseguidos por los secuaces de Verone, Enrique (Mo Gallini) y Roberto (Roberto Sánchez).
Para conseguir coches nuevos rentan a los corredores Korpi (Juan Cenatiempo) y Darden (Eric Etebari) -otros dos pilotos que querían entrar a trabajar para Verone- a una carrera de relevos por equipos. A pesar de tener motores más pequeños que el Chevrolet Camaro Yenko S/C de Korpi y el Dodge Challenger R/T de Darden, el dúo logra ganar la carrera y tomar posesión de los dos coches.
Esa noche, Brian y Roman se encuentran con Verone en su club nocturno, donde Verone tortura al Detective Whitworth (Mark Boone Jr.) para que le diera una ventaja de 15 minutos para mantener a la policía lejos de su operación. Ellos reportan este informe a sus superiores a la mañana siguiente, pero Brian sospecha que esta misión se les va a ir de las manos debido a que Markham está en contra de ellos, junto con la información secreta dicha por Mónica que el punto de entrega es en una pista de aterrizaje aislada, y que Verone quiere que el dúo sea ejecutado después de la carrera. Como solución a estos problemas, Brian y Roman tienen sus propios planes. Después de eso, Tej y su banda han modificado los coches (el Chevrolet Camaro y el Dodge Challenger) y tienen listos a todos los corredores callejeros para el día siguiente.
En el día de la misión, Brian y Roman comienzan el transporte de bolsas de lona de dinero de Verone con Enrique y Roberto. Antes de la ventaja de 15 minutos se encuentra, el detective Whitworth decide llamar a la policía para realizar la detención, resultando en una persecución a alta velocidad por toda la ciudad. El dúo lleva a la policía a un almacén, donde una de decenas de corredores callejeros desorienta a la policía. Tras la carrera, la policía logra detener el Evo y el Eclipse, sólo para descubrir que son conducidos por Tej y Suki, respectivamente.
Cuando Brian se acerca al punto de destino, Enrique le dice de hacer un desvío fuera de la pista de aterrizaje. Mientras tanto, Rome se deshace de Roberto con un asiento eyector improvisado impulsado por el nitrógeno. En el aeropuerto, agentes de aduanas han rodeado el avión y el convoy de Verone, sólo para descubrir que fueron engañados en una maniobra de señuelo mientras Verone se encuentra en un astillero a varios kilómetros de distancia. Como sabía que Mónica era un agente encubierto, le dio la información incorrecta sobre el lugar de destino. Cuando Brian llega al punto de entrega, Enrique se prepara para matarlo cuando Roman aparece de repente y ambos acaban con Enrique. Verone escapa a bordo de su yate privado, pero Brian y Roman utilizan el Camaro para saltar una rampa a gran velocidad, estrellándose en la parte superior de la embarcación y rompiendo el brazo de Roman. El dúo logra detener a Verone y salvar a Mónica.
Con sus crímenes perdonados, Brian y Roman reflexionan sobre qué hacer a continuación pensando instalarse en Miami. Cuando Brian menciona abrir un garaje Roman pregunta cómo va a pagar eso y Brian revela que él tomó una parte del dinero, diciendo que "sus bolsillos no están vacíos". Roman también revela que "ya no tendrán hambre", después de haber tomado el dinero para sí mismo.
Desde este momento Brian será contratado como agente federal, regresando a Los Angeles y Rome se quedará a vivir en Miami.
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