Hours', Paul Walker y la supervivencia
Este pasado domingo amaneció con la noticia del fallecimiento del actor Paul Walker en un fatídico accidente automovilístico. Famoso sobre todo por la saga Fast & Furious, cuyas entregas son cada vez más taquilleras, Walker también ha intervenido en otro tipo de films que no sólo explotaban su cuidada imagen. Conocido por estar comprometido con acciones humanitarias protagonizó y produjo en el 2012 una pequeña película como ‘Hours’, la ópera prima del guionista Eric Heisserer y que está ambientada durante las 48 horas siguientes a la llegada del huracán Katrina que dejó a la ciudad de New Orleans prácticamente destrozada.
Lejos de la espectacularidad que ofrecen otro tipo de películas centradas en desastres naturales y sus consecuencias —en la década de los setenta hubo toda una moda de películas catastróficas, con todo tipo de desastres, llenas de grandes repartos— la película presenta a un hombre enfrentado a una situación límite por partida triple. Un drama de carácter casi intimista que puede caer por momentos en la reiteración, pero que desde luego supone todo un tour de force para su principal intérprete, sin duda un regalo para los que se consideren fans acérrimos de Walker ya que él es prácticamente el único protagonista en una historia que podría haber sacado más provecho de la situación planteada, pero cuyo punto de partida es de lo más interesante. Pura serie B que desvela más interés en su guión que en su dirección.
(From here to the end, Spoilers) Paul Walker da vida a Nolan, un hombre que está acompañando a su mujer embarazada al hospital donde tendrá que enfrentarse al reto de su vida. Su mujer fallecerá en el parto y mientras su hija recién nacida necesita respiración artificial durante al menos las primeras 48 horas, el huracán Katrina hará acto de presencia para dejar al hospital en muy malas condiciones. La luz se irá, la mayor parte de la gente es evacuada y Logan, dispuesto a no dejar a su hija bajo ningún concepto, deberá arreglárselas para sobrevivir el tiempo suficiente a la espera de ayuda. Lo cierto es que ‘Hours’ posee una historia mínima y que a la hora de estirarla echa mano de una situación terrible por su coherencia en el contexto. ¿Qué pasaría si en medio de todo ese caos un recién nacido que depende de una máquina para respirar depende de una batería que debe cargarse cada tres minutos?
La inteligencia por parte de Heisserer está en ese fastidioso detalle que tiene más peso por lo que significa que por lo que luego es capaz de desarrollar a partir de ahí. Las idas y venidas de Logan al lado de su hija están condicionadas por ese escaso tiempo que tiene para intentar todo tipo de acciones —coger comida, intentar llamar por radio, subir a la azotea para pedir ayuda, buscar medicinas, etc— antes de ponerse de nuevo a cargar la batería que mantiene a su pequeña con vida. Mientras fuera imaginamos que la gente muere y lucha por sobrevivir la ironía de la situación de Logan es encontrarse en el interior de un hospital sólo con un bebé y sin ayuda. Walker cumple sin más con su imagen de padre entregado y terco, aunque no convence demasiado como marido que acaba de perder al amor de su vida. Los peores instantes del film suponen aquellos en los que determinados flashbacks nos hablan de la relación con su esposa y que no están más que para rellenar metraje.
‘Hours’ no es una película especial, ni por la labor actoral —los pocos secundarios que salen no destacan, ni siquiera un inesperado perro crucial en el relato—, ni por la puesta en escena —curiosamente Heissener se limita a narrar de forma muy clara y concisa sin arriesgarse ni lo más mínimo, eso sí, cayendo en algún que otro tópico—, y sin embargo mantiene cierto interés y logra que queramos con todas nuestras fuerzas que ese sufrido padre logre mantener a su hija con vida. También pone sobre la mesa, tal vez de forma muy frágil, alguna situación que plantea no pocas dudas morales. La visita inesperada de dos hombres armados en busca de drogas está resuelta con contundencia y sin ningún tipo de efectismo barato, probablemente el mejor instante de todos por su sequedad.
Tal y como empieza ‘Hours’, directa al grano, también finaliza de forma rápida y sin miramientos. Una imagen bella y en la que Paul Walker da lo mejor de sí mismo, consciente de que todo su trabajo en el film está orientado a lucirse por encima de lo que el actor nos tiene acostumbrados. La película merece la pena por ese plano final, que no posee ningún giro argumental inesperado, no hay efectos visuales, ni siquiera grandes diálogos —otro de los puntos flacos del film— pero emociona y supone un triunfo dentro de una película que celebra la vida a pesar de lo dura que ésta es a veces. Incluso para respirar.
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