Por mucho que fuera de malote, todos supimos que era un blando desde el comienzo: su forma de llorarle las hipotecas al Banco del Mal (antiguamente, Lehman Brothers), la manera en la que sus Minionsamarillos y esponjosos le tomaban el pelo y su objetivo de robar la luna (en vez de conquistar el mundo, como está mandado), dejaban claro que el protagonista de Gru: Mi villano favorito estaba destinado a acabar como padre amoroso de tres lindas huerfanitas. Aun así, su cambio de chaqueta en Gru 2: Mi villano favorito es de lo más indignante. Ahora, el personaje narigón con la voz de Steve Carell no sólo ha renunciado a los deberes de un ser maligno, sino que se ha aliado con una agencia secreta dedicada a la caza de criminales. ¡Imperdonable!
De todos modos, sentimos decir que Gru no es el primer agente del caos y el desorden en desertar de su posición. Al igual que él, todos estos sujetos pasaron de ser los villanos de sus respectivas franquicias a convertirse en héroes, con lo soso y lo aburrido que queda eso. Porque, cuando el público se encariña con un personaje y los productores huelen los billetes, la forma más fácil de
T-800 (Arnold Schwarzenegger)
Fue un villano en... Terminator (1984). El cyborg robótico, asesino e imparable por excelencia nació en una pesadilla del director James Cameron, y mantuvo su entidad ominosa durante la primera entrega de la saga. Aunque tu nombre no sea Sarah Connor, si te cruzas en su camino tienes todos los números para ser un daño colateral.
Pero se volvió bueno en... Terminator 2: El juicio final (1991) y Terminator 3: La rebelión de las máquinas(2003). El hecho de que T-800 sea una máquina contribuyó a que su reaparición, en funciones de ángel de la guarda para Edward Furlong, fuese verosímil: cambias unas cuantas líneas de su código, y ya tienes un héroe. Eso sí: su tercera aparición, motivada por los cerca de 30 millones de dólares cobrados por 'Arnie', lindaba con la verguenza ajena: si el personaje es un androide con endoesqueleto de titanio, ¿a qué venían tantas arrugas? Esperemos que, en el reboot de la saga, 'Arnie' cuente con un papel más digno.
Capitán Héctor Barbossa (Geoffrey Rush)
Fue un villano en... Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra (2003). Para hacer que una rata de cloaca como Jack Sparrow (Johnny Depp) nos cayese bien por comparación, hacía falta enfrentarle con un rival muy, muy repugnante. Función esta que Barbossa, con su insaciable hambre de oro (y de manzanas) y esa putrefacción que se desvelaba a la luz de la luna, cumplía a la perfección.
Pero se volvió bueno (o así) en... Piratas del Caribe: En el fin del mundo (2007) y Piratas del Caribe: En mareas misteriosas (2011). A diferencia de otros personajes de este informe, hay que decir que Barbossa ha seguido comportándose como un grandísimo bastardo en todas sus apariciones. Pero, para su eterno deshonor, los avatares de la vida en alta mar no sólo le han llevado a luchar en el bando de los buenos, sino también a oficiar la boda entre Orlando Bloom y Keira Knightley. Dicho enlace, eso sí, tuvo lugar en mitad de un abordaje, con los contrayentes repartiendo espadazos mientras pronunciaban los votos.
Ralph (Danny DeVito)
Fue un villano en... Tras el corazón verde (1984). Tratándose de una película de Robert Zemeckis,tampoco vamos a pedirle a este contrabandista y secuestrador que bata récords de villanía. Aun así, su comportamiento distaba de ser ejemplar, y más de un espectador se quedó con ganas de que se lo comieran los cocodrilos.
Pero se volvió bueno en... La joya del Nilo (1985). El reencuentro de Ralph con Michael Douglas yKathleen Turner nos sirve para enunciar un tropo habitual en las franquicias de los 80: si el público se encariña con un villano de tu película, recíclalo en la secuela como secundario cómico. En este caso, además, se añade el insulto al dolor, cuando el pobre hombre descubre que la joya del título es un líder fundamentalista, bajito y con barba.
Wheelie
Fue un villano en... Transformers: La venganza de los caídos (2009). Entre los muchos crímenes contra la sutileza cometidos por Michael Bay en su saga robótica, se cuenta la aparición de este personajillo. El cual resultaba igual de odioso en sus dos versiones (todoterreno de juguete y engendro mecánico salido) y que abandonaba las filas de los Decepticon por amor a las piernas de Megan Fox. Cómo culparle.
Pero se volvió (más) bueno en... Transformers 3: El lado oscuro de la luna (2011). Ya sabemos que, en la película anterior, Wheelie acababa tomando partido por los Autobots y sus aliados humanos. Pero es que, en la tercera entrega de la saga (por ahora), aparecía como la mascota robótica de Shia LaBeouf. Y eso, amigos, es caer muy bajo.
Los Depredadores
Fueron villanos en... Depredador (1987) y Depredador 2 (1990). En este caso, hemos de admitir que "villano" no es una palabra muy adecuada: al fin y al cabo, lo que motiva a esta raza alienígena es una sana pasión por el deporte. Que ese deporte consista en dar caza a otras especies (los humanos, por ejemplo) y quedarse sus cráneos como trofeo es un detalle sin importancia, ¿no?
Pero se volvieron menos malos en... Alien vs. Predator (2004). Si fueras un extraterrestre con rostro de tarántula, ¿qué presa te parecería más digna de tus habilidades? ¿Unos bípedos sin pelo que ni siquiera escupen ácido, o los mismísimos xenomorfos de H. R. Giger y Ridley Scott? Así las cosas, nos parece normal que un Depredador acabase luchando junto a Alexa (Sanaa Lathan) en los minutos finales deAlien vs. Predator. Aun así, la tregua fue sólo circunstancial, como nos mostraron Alien vs. Predator 2(2007) y Predators (2010). Lástima que ambas películas fuesen sendos truños más grandes que una pirámide azteca en el Ártico.
Storm Shadow (Lee Byung-hun)
Fue un villano en... G.I. Joe (2009). Dado que tanto este asesino coreano como su némesis, Snake Eyes (Ray Park), son personajes de artes marciales trasplantados a los juguetes bélicos de la Hasbro, es normal que el motivo de su enemistad sea el que es. Porque Storm Shadow, harto sin duda de sacar malas notas, mató a traición al sensei que les instruyó a ambos.
Pero se volvió bueno en... G.I. Joe: La venganza (2013). Como tampoco queremos destripar mucho el argumento de la secuela, no entraremos en detalles sobre cómo y por qué los dos archienemigos abandonan su rivalidad. Dejemoslo en que [SPOILERS] a los guionistas les vino muy bien que entre las filas de Cobra haya un villano maestro del disfraz [/SPOILERS]. Y es que, puestos a ganarse al público asiático, bien vale una retcon a traición.
Godzilla
Fue un villano en... Japón bajo el terror del monstruo (1954). Y en muchas, muchísimas películas más. Porque, si eres un lagarto radiactivo de 50 metros que escupe fuego y pisotea edificios, estar del lado de los buenos es más bien difícil.
Pero se volvió bueno en... Godzilla contra Ghidorah, el dragón de tres cabezas (1964). Tras una década dejando Tokio como un solar, y batiéndose el cobre contra sus parientes del género kaiju (monstruos gigantes japoneses), nuestro reptil favorito se alió con la polilla Mothra y el robot Rodan para hacer frente a un rival más grande y más feo que ellos tres juntos. Desde entonces, y hasta el reboot de la saga original en 1985, Godzilla se portó como un héroe en títulos tales que Godzilla contra Cybergodzilla, la máquina de destrucción, Galien, el mónstruo de las galaxias ataca la Tierra y Godzilla contra la nube tóxica.
Xena (Lucy Lawless)
Fue una villana en... Hércules, sus viajes legendarios (serie, 1995-1999). El origen de la princesa guerrera más famosa de la TV es bastante normalito, la verdad: apareció como una enemiga más del cachas Kevin Sorbo, y su destino original era morir al cabo un arco argumental de tres episodios.
Pero se volvió buena en... Xena, la princesa guerrera (serie, 1995-2001). Cuando el público respondió favorablemente ante la aparición de Xena, al productor Sam Raimi se le encendió la lucecita: aquel personaje era carne de spin off. De ahí que tras verse las caras con el hijo de Zeus, la princesa guerrera apareciera como protagonista de una serie que acabó siendo tan famosa o más que el original, en parte gracias al carisma de la heroína, y en parte gracias a su ambigua relación con Gabrielle (Renee O'Connor reciclarlos sin poner nervioso a nadie es hacerles cambiar de bando.
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